Revista JEZREEL

EDITORIAL

Hazme un vaso


Señor, quiero que uses mi vida a tu servicio;
Convierte en un vaso que llenes de tu amor,
Un vaso que rebose de paz y de alegría,
Un vaso que lo emplees como quieras, Señor.


Yo sé que soy apenas una masa de barro
Inútil, que no sirve así cual está;
Más quiero que me tomes en tus preciosas manos
Para que me conviertas el límpido cristal.


Sométeme a la prueba de fuego y de tortura,
Moldéame a tu antojo; formándome a tu querer;
Saca las impurezas, las piedras, las basuras
Y has de mi vida un vaso que uses con poder.


Después de este proceso, se que podrás usarme;
Después de amarga prueba, victoria me darás,
Porque tendré la dicha, el gozo y el privilegio de ser
vaso de honra que fiel te servirá.


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