Historia de los Bautistas en México

Apuntes breves La historia de los bautistas en México se inicia con los trabajos biblicos y misioneros
del Sr. Santiago Hickey al llegar a Matamoros, Tamaulipas procedente de Brownsville,
Texas, en 1861. Al año siguiente Hickey pasó a Monterrey invitado por el Sr. Tomás M.
Westrup, ingles radicado en Monterrey, y alli continuo su trabajo como misionero
y la distribucion de la Biblia como agente de la sociedad biblica de Nueva York.

Iglesias y escuelas A partir de 1864 los bautistas extienden sus trabajos misioneros por casi todos los Estados
de la Republica (exceptuando posiblemente los estados del sureste en los cuales la obra
misionera fue iniciada por la Convencion)

Antes de empezar el siglo XIX los bautistas ya contaban con 150 iglesias aproximandamente
en todo el país. Ya habían fundado en Monterrey el Colegio Internacional en 1882, que
comenzó a impartir clases de primaria de acuerdo con los programas de aquella epóca
y agregando desde luego la instrucción religiosa.

Esta escuela fue sostenida inicialmente por la Sociedad Bautista de Misiones Dómesticas de
Nueva York y después por la Sociedad Femenil Bautista Americana de Misiones con oficinas
centrales en Boston, MA primero y después en Nueva York.

Asociaciones


La primera asociación se organizó en Saltillo, Coah., el 12 de diciembre de 1884. Se llamo
oiginalmente Asociación Bautista Mexicana, pero depués se le cambio el nombre por el de
Asociación Bautista de Coahuila. Posteriormente se le añadieron iglesias de Durango y
entonces se llamo Asociacón Bautista de Coahuila y Durango.

La segunda fue la Asociación Bautista de Nuevo León, organizada el 18 de abril de 1885.

El 15 de septiembre de 1894, se organizo en la Cd. de México la Asociación Bautsita del
Centro y sur de México. Solo duro tres años, hasta 1896 y no se volvio a reunir.

De esta Asociaciones Bautistas actualmente existen la de Coahuila, la de Nuevo León y la de
Michoacán. Tambien existen la de Tamaulipas y la de Durango, que se independizaron de las de
Coahuila y Nuevo León respectivamente.

Aun asi el trabajo se hacía cada vez mas difícil y surgió entonces la necesidad de su organismo a nivel
nacional que reuniera los recursos aportados por todas las iglesias y los administrara em beneficio
la obra misionera y la educativa en todo el país.